Pequeñas historias IX

Me gusta el color de mis ojos, a veces mi nariz, mis labios, mi pelo y mi pecho, me gusta mi espalda y mis manos, me gusta la forma de mi culo y de mis piernas. Me gusta dormir abrazada a algo o a alguien, me gusta trasnochar y dormir por las mañanas, me gusta despertarme y ver el sol, me gusta la playa y el mar, me gusta escribir, me gustan las flores, me encantan las rosas rojas, me gustan las sorpresas, me gustan los planes improvisados, casi siempre salen bien, me gusta el numero 28 y las uñas pintadas de rojo, me gusta pasarme horas y horas bajo el agua caliente de la ducha y que al salir mi piel se confunda con la de un cangrejito, o en su defecto un buen baño se espuma, me gusta escribir en el vaho, me encanta el chocolate de cualquier tipo, incluso el muy negro, me gustan los postres y me gusta el pan, pero me gusta aún más el pan después del postre, me encantan las velas, me gusta que la gente sea simpática y atenta sin ningún interés oculto, me gusta la gente alegre, hippie, me gustan los colores vivos (rojo, azul, amarillo, verde, fucsia), me gustan los vestidos y los tacones, me gusta arreglarme para sentirme deseada, me gusta que me miren, que me escuchen y que me presten atención, me encanta reírme por cualquier tontería, adoro los gatos, me gustan los abrazos y los besos por todo el cuerpo, me gustaban los besos de buenos días y buenas noches de mis padres (aunque no lo sepan), también me gusta que ellos me curen las heridas, me gusta ir a todo tipo de fiestas, me gusta ir de compras y arrasar con todo lo que veo, me gustan los regalos con mucho valor sentimental, creo en el karma, me gustan las películas de historias tristes y yanquis que me hacen llorar, las antiguas y las de miedo si las veo acompañada y no duermo sola, me gusta ver llover a través de mi ventana con un café bien caliente y una manta, me gustan las tardes con mis amigas, me gustan todas sus locuras y las mías, los tatuajes y los piercings me parecen sexis (sin llevarlo al extremo), me gusta la nieve, me vuelve loca el olor fuerte a colonia en los hombres y que con su paso dejen ese resto de olor, me gusta el cine, la tele y también ver los anuncios, me gusta soñar, “hacer travesuras”, me gusta bailar, cantar y escuchar música en cualquier momento, me gustan los teatros y los musicales hasta el punto de imaginar mi futuro en alguna compañía artística, me gustan los deportes (practicarlos pero no verlos), me gustan las reconciliaciones, me gusta defender lo que siento (antitaurina), me gusta hablar sin decir ni una sola palabra, que me lean la mente, me gusta hacer pensar a la gente, me gusta viajar y conocer personas diferentes, me gustan las mariposas y me gustaría ser libre como una de ellas.

No me gustan mis cejas ni mis mofletes, no me gusta el color de mi pelo, no me gusta mi tripa, odio mis codos y los de cualquiera, tampoco me gusta la planta de mis pies, ni cuando salen pelos por el cuerpo, no me gustan los granos. No me gustan los días que no tengo nada que hacer, los días oscuros de frio y lluvia si tengo que salir a la calle, tampoco me gustan mis días rojos, no me gusta la coliflor, las pasas, ni los pimientos, no me gustan las palabras muy pensadas, ni que me den plantones con o sin excusas estúpidas, me asustan las casualidades, no me gusta cocinar, ni ser tan desordenada y cabezona, no me gusta la carne, no me gusta que me mientan ni que me oculten cosas, no me gusta depender de nadie, no me gusta que me obliguen, ni que me presionen, no me gusta que me consideren una más, no me gusta pensar planes y no tener con quien hacerlos, no me gustan las prisas, ni que me incordien los días de resaca, no me gustan los cuchicheos si no se sobre quien o que son, no me gusta pasar mucho tiempo en casa, no me gustan los libros largos, no me gusta que se me mojen los pies, no me gusta el sudor, no me gusta enfadarme en broma y que termine siendo en serio, no me gusta la gente muy empalagosa, no me gusta que me cuestionen, ni que me quiten la razón o me hagan callar (excepto si es con un beso), no me gusta la gente que te mira por encima del hombro, ni los que cambien muy fácil de opinión, no me gusta sentirme sola, ni sentir que nadie me entiende, no me gusta la incertidumbre, no me gusta pensar tanto en el futuro y no saber lo que pasará, no me gustan los nervios, ni la angustia, no me gusta ser indecisa (aunque lo soy y mucho), no me gusta la gente extremadamente disciplinada, tampoco los que pasan de todo, ni los maniáticos empedernidos, no me gusta ir al médico, ni que me pinchen, no me gusta que hagan daño a los animales (tampoco a las personas), no me gustan los celos, mucho menos que me pongan celosa, no me gusta sentirme atada a nada ni a nadie.

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